Las facturas rectificativas se emplean cuando un autónomo quiere corregir algún dato incorrecto en alguna de sus facturas (como por ejemplo el importe o la cuota del IVA). De hecho, es obligatorio recurrir a la factura rectificativa en estos casos según la AEAT. Pero también se puede usar para que, en caso de impago, se pueda invalidar esa operación y así poder recuperar el IVA adelantado.